miércoles, 23 de junio de 2010

Hoy es la última función

Hoy es la última función.

El corazón me late a mil, la respiración se acelera de apoco, los ojos se abren y se cierran como si me molestara la luz, las manos se mueven, tiemblan, las palmas me sudan, el labio me duele porque no puedo evitar mordérmelo; me miro al espejo, me hago diecisiete preguntas, pero no recibo ninguna respuesta.

Hoy es la última función, hoy me subo a este escenario por última vez.

Cada vez que subo soy la persona más feliz, siento que nada me puede quitar la felicidad es ese momento, siento que soy fuerte, me siento entero; el tema es cuando bajo del escenario. Cada vez que bajo, me doy cuenta que otra vez no me vinieron a ver, que lo que me hace mas feliz no lo puedo compartir con ellos, que cuando termine de cambiarme, voy a salir y no van a estar ahí para abrazarme y felicitarme. Que mi papá nunca va a estar orgulloso por lo que hago, y que mi mamá no va a emocionarse porque me vió hacer lo que lo me gusta.

Hoy es la última función, hoy me subo a este escenario por última vez, y siento que necesito verlos en el público. Puedo actuar que soy la persona mas feliz, pero si no los veo, lo actúo sabiendo que cuando baje del escenario, voy a volver a ser el de siempre; un simple soñador que no puede compartir un sueño con su familia.

Hoy es la última función, hoy me subo a este escenario por última vez, porque no me quiero bajar nunca más.

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